Drama | Escenas | Histórico

Escenas: “Ágora” (2009)

Tras la espantosa “Mar adentro” y lejos de sus mejores tiempos (“Tesis“, “Abre los ojos” y “Los otros“), Alejandro Amenábar se atrevió con el género épico en una cinta interesante pero con desigual resultado.

Ágora” es una película decente, rica en buenos diálogos, estilo visual, enormes decorados reales y dotada de bastante fidelidad histórica (con un cuidado por los detalles asombroso). Apartada de cualquier sentimentalismo barato, la cinta cuenta con una brillante puesta en escena y un guión que aporta esa interesantísima dualidad del concepto de perspectiva aplicable tanto a astronomía como a religión, cuyos personajes son complejos y están perfectamente construidos e interpretados (una Weisz sensacional en el papel de Hipatia, una mujer entregada al pensamiento y la enseñanza, fiel a sus ideales neoplatónicos y en busca de la verdad elíptica). Pero el hecho de su falta de ritmo en ciertos momentos y de que habite en todo el metraje esa indefinición no centrada en una temática ampliamente desarrollada que prospere en algo con alma, hacen que resulte fallida.

Quizás la falta de alma y emoción que envuelve a esta propuesta en exceso divulgativa únicamente quede olvidada en la escena que os adjunto. Una escena que sí consigue emocionar al espectador y mediante unos (mal) criticados flashbacks nos recuerda ese extraño y curioso sentimiento entre Hipatia y su esclavo Davo interpretado como respeto y cariño por ella y como amor/desamor por él. Aunque la escena se toma sus licencias históricas, Amenábar representa la muerte (más o menos digna) como vehículo hacia una libertad imposible en aquellos convulsos tiempos para pensadores como la astrónoma egipcia, y como demostración de un amor no correspondido pero verdadero. Excepcionales Rachel Weisz y Max Minguella en este final donde la notable música de Darío Marianelli alcanza su cenit. El plano cenital acabando en el espacio está a punto de estropear la escena, pero bueno, por suerte dura poco.

Para entrar en contexto os dejo la sinopsis del film hasta ese momento: Dentro del recinto donde se encuentra el Museo de Alejandría y el Serapeum, Hipatia (la actriz Rachel Weisz) enseña matemáticas, astronomía y filosofía a los hijos de la élite de Alejandría. Entre sus alumnos está Orestes (el actor Oscar Isaac) y Sinesio (el actor Rupert Evans). También el joven esclavo Davo (el actor Max Minghella) enamorado de Hipatia, presente en las clases como ayudante, escucha con atención las enseñanzas de su ama. Orestes -que llegará a ser el Prefecto romano en Alejandría- también se enamora de la hermosa y cautivadora maestra, pretendiéndola en matrimonio.

En los barrios de la ciudad reina el descontento, los cristianos muestran su creciente fortaleza burlándose del dios greco-egipcio Serapis, a quien consideran un falso Dios, un Dios pagano. La actitud provocadora de los cristianos desencadena un ataque mortal contra ellos que será el comienzo de una espiral de violencia cruzada entre las distintas facciones religiosas -cristianos, greco-egipcios, judíos- y los distintos estamentos de poder -el patriarcado alejandrino y el poder imperial-. En la primera refriega Teón de Alejandría, padre de Hipatia, es herido de muerte. La violencia crece sin control y la venganza se adueña de Alejandría. Los cristianos, numerosos y bien organizados sitian el recinto sagrado. Ante esta dramática situación Hipatia protege a sus discípulos, de manera especial a los cristianos, y entre ellos a Davo, su esclavo. El sitio perdura. Desde Roma el Emperador proclama la inmediata expulsión del recinto de sus moradores legitimando a los cristianos.

La situación es desesperada, atrapada tras los muros la astrónoma Hipatia lucha por salvar los pergaminos que guardan la sabiduría del mundo antiguo.23 Junto a ella resiste Davo, que se debate entre el amor que le profesa y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso de los cristianos. Davo es manumitido por su ama Hipatia que huye acongojada junto a sus discípulos y los patricios. La expulsión se consuma: los edificios son expoliados y arrasados. Pero la paz no llega. La provocación de los cristianos a los judíos en una representación teatral y la falta de respuesta de la autoridad hace que estos se tomen la justicia por su mano -con una encerrona en la que mueren numerosos cristianos- pero que de nada servirá ya que los judíos serán finalmente masacrados y expulsados de la ciudad. Los cristianos consolidan su poder y lo aplican sin misericordia. La expulsión de Hipatia y los suyos de los edificios oficiales y emblemáticos -que han quedado en manos de los cristianos- no parece ser suficiente. Los jerarcas cristianos confabulan contra el prefecto Orestes a quien quieren obligar ante la Biblia a que abjure de su fidelidad a Hipatia.

La vida de Hipatia está en riesgo. Ella representa la negación del patriarcado y de los patriarcas cristianos: una mujer no sometida a ningún hombre, culta, reconocida matemática y astrónoma, admirada por sus discípulos que además se niega a convertirse a una religión en la que no cree, el cristianismo. Ante la Biblia, el obispo Cirilo de Alejandría condena a Hipatia por pagana y bruja y ordena su lapidación. Los seguidores del obispo buscan por las calles tumultuosas de Alejandría a Hipatia para asesinarla. En la algarabía, Davo, su antiguo esclavo, aún enamorado, también la busca con el fin de salvarla de los seguidores de Cirilo, pero cuando la encuentra, ya es demasiado tarde, debido a que ya se encontraba en camino para su ejecución. Davo decide seguirlos y antes de que Hipatia sea apedreada, descuartizada y arrastrada por las calles, le quita la vida asfixiándola para evitarle una muerte dolorosa.

Os dejo con la escena en HD y VOSE. Ojo que es el final, aviso de spoilers:

Xavi Darko

Hastiado de los klingons y trolls que proliferaban en mi escuela secundaria, acabé mudándome a Tatooine, un lugar libre de trekkies en donde a pesar de los cansinos Tusken, abundaba el buen tiempo, el mercadeo y las carreras de vainas. La paz y la tranquilidad reinaban hasta que un buen día quedaron quebrantadas por la irrupción de un tipo peculiar cuyo perfil se ajustaba al de los tifosi radicales del AC Milan. Se hacía llamar Darth Maul y entre hostia y hostia me rebeló que era mi padre. Como buen desertor sith, decidí migrar a un planeta verde y fértil llamado Endor del cual fui posteriormente desterrado debido al incendio masivo de cabañas de unos cada día más insoportables ewoks. Sin ganas de más mamoneo intergaláctico, decidí volver al mundo real y escribir sobre cine, tanto del que adoro como del que aborrezco. Cuando me jubile espero vivir en Hill Valley y escribir críticas positivas de las cintas de Uwe Boll.

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